MI PUEBLO
Cielo cristalino reflejando rumores de alegría.
Silencio milenario, brazo tendido,
Vigilia de crepúsculo, estrella de olvido
Bebe frescuras de sombras en el filón del día.
Paz antigua que de dicha resplandece
suquietud callada en noche de claro anhelo.
Ahogada van en su pureza monte y cielo,
morada de color y el divino reposo en el que crece.
Tierra donde se oye la voz del viento infinito
distancias desmedidas en dramática grandeza
alma extendida, idea que agiganta.
La sangre misma es apagado grito,
y el hombre, la tierra virgen y su belleza
Es paloma peregrina que en sus lomas se levanta.
Dr. Zoltán Vardich